miércoles, 27 de febrero de 2008



¿ Qué será de mí cuando despegues el roce de tus dedos definitivamente de la palma de mis manos, cuando aún comprendiendo te sorprenda aborreciendo lo que hoy decías desear, cómo debo explicarme que dejé llevarme en esta dulce vida, mirando hacia la que pasé a ratos en tus pálpitos, mientras en el silencio los escuchaba infinitamente retumbar ?

6 comentarios:

lupuscanis dijo...

Ese tipo de preguntas, me las hago constantemente, son torturadoras y por más que lo intento no logro se optimista, ni ver le futuro color de rosa, es mi sino. Un saludo

Penélope dijo...

Supongo que siempre rondan la mente y más cuando las situaciones son cada vez más adversas cuanto más se vive la historia.

Un saludo

Conde de Lautreamont dijo...

La pasión siempre nos hace sentirnos vivos aún callando , y en la mano esa que se aleja, está presente. Mi copa por la pasión!
Mis respetos.

Penélope dijo...

Es tan adverso... incluso comprendiendo que la mano se aleje e intentando ser junco que no parte la marea, una parte de ti, desesperada, llora sabiendo su final. Aquél que se anuncia desgarrador.
Es imposible no sentir miedo.
Es el corazón.

Conde de Lautreamont dijo...

Miedo da lo que usted dice...

Penélope dijo...

El miedo es entrar en conflicto con dos mitades propias. Si están contrariadas, a cuál complacer?