
Nunca fue del agrado del corazón aquello indiscutible.
Sientiendo que el alma se encoge, de amor, con cada una de tus palabras, sitiéndolas cómo caen lentas pero ágiles en mi pozo, que no es vano... llegó la mañana clara. Son aquellas que florecen desde lo profundo del corazón hacia lo profundo del ojo resbalando hasta la comisura de mi boca que tantas veces sellé con fuerza por no darla alas para volar. Y aquellas que bajaron acariciando mi piel y mi alma dándola luz de aurora, en mi boca las volví a atrapar... ¡qué insensata aquella que ante ciertas palabras las puertas abre y las deja escapar! |
Vuela pájaro con tus lenguas de fuego hasta posarte en la celosía cansado de mar y torres que la vista desvían. Vuela pájaro lejos que sabes el camino donde tiempos no existan y luz solo sea contigo. Divisa el camino más allá del horizonte pasado ya el abismo. Yo alimento de aire tus alas si me llevas contigo. |