sábado, 1 de septiembre de 2007

De profundis clamavi cor meum





Tú susurrando en mi memoria, robándome el aire. Yo, arrancándome la piel, las costillas para llegar a mi corazón, clavarle un puñal hasta que deje de latir por ti, por celos, por amor; derramando todas mis lágrimas de una vez, sentandome junto a ellas mientras se evaporan sabiendo que ni una más caerá; cortando mis manos solo por dejar irremediablemente de escribirte amores; encadenando mis pies a las cuerdas de Sansón y no volver a ver la luz de tus ojos y borrando mis labios para no volver a invocar los tuyos.

Cada instante, cada nube, cada suspiro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

...ET ANIMA MEA NON REQUIESQUAT


De profundis clamavi
Charles Baudelaire

Imploro tu piedad, Tú, el único que yo amo,
Desde el fondo del abismo oscuro donde mi corazón ha caído.

Es un universo triste de horizonte plúmbeo,
Donde flotan en la noche el horror y la blasfemia;

Un sol sin calor se cierne por encima seis meses,
Y los otros seis la noche cubre la tierra;
Es un lugar más desnudo que la tierra polar;
—¡Ni bestias, ni arroyos, ni verdor, ni bosques!

Pues bien, no hay horror en el mundo que supere
La fría crueldad de este sol de hielo
Y esta inmensa noche semejante al viejo Caos;

Envidio la suerte de los más viles animales
Que pueden sumergirse en un sueño estúpido,
¡A tal punto la madeja del tiempo lentamente se devana!

FidiasNet dijo...

¡Que fuerza tiene!. Magnífico.
Un saludo.