martes, 1 de septiembre de 2009






Ha vuelto la daga sanguinolenta tras la última estocada, cauce carmín del amor sediento. Éter del Todo: lo divino, lo profundo y lo profano

2 comentarios:

lupuscanis dijo...

Perdón, pero tuve que eliminar el comentario anterior por un problema taquigráfico.

Bueno, repito, "Veo que vuelves con ánimos renovados.

Este poema me gusta tanto como todos los demás, tu mención de la daga sanguinolenta me recuerda a un cuento de Mishima, publicado en una colección de la editorial Siruela, sobre unos amantes que se suicidan juntos, practicando el harakiri o mejor decir el sepukku, el suicidio ritual japonés.

Si lo pudieras leer, seguro que te gustaba muchísimo."

Un saludo, de tu fiel lector.

Penélope dijo...

Como creo que ya te conté en otra ocasión, no me siento demasiado atraída hacia la cultura "amarilla". Aún asi, la proxima vez que vaya a una librería prometo buscarlo y echarle un vistazo al menos.
Muchas gracias mi fiel lector.

Un saludo